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Conflictos de pareja: problemas de comunicación

¿Para qué nos comunicamos?

Nos han dicho que la base de una relación de pareja sana y duradera es la comunicación. Pero, ¿nos hemos parado a reflexionar para qué lo hacemos?, ¿lo hacemos con una función puramente comunicativa o hay algo más?, ¿por qué parece que cuánto más nos comunicamos peor estamos? Y es que la comunicación se erige como ese caballo blanco que se presenta ante los conflictos de pareja. Así que en esta entrada te voy a dar unas pinceladas para que puedas cambiar el paradigma.

Comunicación en pareja: ¿existe realmente un modo “correcto” de hacerlo?

Actualmente vivimos en un mundo en el que la información es accesible para todos. Así, nos encontramos con una gran cantidad de post, artículos, vídeos explicativos… sobre la importancia de comunicarnos y cómo hacerlo. El problema de esta información es que en su mayoría se centra en la forma, en cómo decir las cosas (la famosa asertividad). Sin embargo, se obvia la función, el para qué necesitamos comunicar ciertas cosas. Y esto es importante en cualquier tipo de vínculo afectivo o relación de pareja porque las diferencias de opinión, las desavenencias, las discrepancias y los conflictos de pareja  son indisolubles de las relaciones.

Cuando atendemos a la forma corremos el riesgo de convertir la comunicación en una serie de reglas a aplicar indistintamente del contexto: “empieza comunicando lo positivo”, “utiliza un tono de voz calmado”, “repite la petición de forma reiterada”… Cualquier interacción va a implicar, mínimo, a otra persona que llevará su propia historia detrás, tendrá sus propias necesidades y poseerá (o no) sus propias habilidades comunicativas, por tanto, en esta complejidad del ser humano y en los conflictos de pareja es difícil que vaya a haber recetas mágicas que funcionen siempre (ojalá).

Quizás un cambio de perspectiva no vendría mal. En lugar de centrarnos tanto en aprender un “modo correcto” de comunicarnos (que nos proporciona mucha tranquilidad y seguridad), podríamos atender al PARA QUÉ me estoy comunicando. Es decir, parar a preguntarnos ¿para qué necesito yo que esta persona sea conocedora de esta información? ¿para conseguir su apoyo? ¿para sentirme comprendida? ¿para que la otra persona se sienta culpable? Son miles las preguntas que podría plantearte, tantas como personas e historias de aprendizaje hay en el mundo.

Conflictos de pareja Valladolid Online

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Los cuatro pilares de la comunicación en los conflictos de pareja: Expresar, escuchar, empatía y resolución de problemas.

Para ayudarte a identificar esos PARA QUÉ te planteo, a continuación, varias cuestiones que van a favorecer que seas más flexible a la hora de entender y abordar situaciones como conflictos de pareja que impliquen comunicarte con otra persona (ya sea tu pareja o cualquier otro vínculo):

  • Expresión emocional: aprender a expresar cómo nos sentimos puede ser muy beneficioso ya que las emociones nos ponen en contacto con nuestras necesidades. Ahora bien, si hemos dicho que íbamos a aprender sobre la función de expresarnos, aquí cabría preguntarnos ¿para qué necesito yo expresar esta emoción? ¿qué pasaría si no lo hago? ¿necesito su apoyo/ayuda? ¿esta persona puede dármelo?. Si te fijas, tú decides expresarte o no y cómo hacerlo teniendo en cuenta tus necesidades en ese momento y el contexto.
  • Escucha activa: toda comunicación es bidireccional, ¿cómo recibes tú cuando alguien te comunica cómo se siente?. Los demás también tienen derecho a expresarnos sus necesidades, lo que implica que tengamos que poner en marcha habilidades de escucha y validación. Para ser más flexibles a la hora de poner en práctica esta habilidad puedes plantearte las siguientes cuestiones: ¿estoy escuchando y atendiendo las necesidades del otro? ¿estoy escuchando para poder responder o para poder entender al otro?. Desde esta perspectiva facilitamos un espacio seguro a la otra persona y evitaremos polarizarnos cada uno en nuestra postura.
  • Empatía mutua: cada persona tenemos nuestra historia de aprendizaje detrás. Como resultado, no hay dos personas iguales en el mundo ni dos personas que vayan a pensar, actuar y sentir exactamente lo mismo en la misma situación. La empatía mutua nos permite entender sin juicio lo que el otro puede estar sintiendo para poder sostenernos el uno al otro. Por tanto, pregúntate: ¿nos estamos comunicando para entendernos o para tener razón? ¿comprendo sus necesidades (aunque sean diferentes a las mías) o necesito que me diga qué sucede para quedarme tranquila?
  • Resolución de problemas: un problema es un problema si existe solución, si no la hay entonces no es un problema. La comunicación favorece la resolución de problemas siempre y cuando situemos éste en el medio de los dos, es decir, como algo que tenemos que resolver como equipo. Por tanto, aquí cabría preguntarse: ¿nuestra comunicación cumple una función resolutiva? ¿nos ayuda a clarificar alternativas de solución o, por el contrario, está dificultando que lleguemos a una? ¿estamos comunicándonos para resolver un conflicto o para que el otro se haga cargo de ello?

Conclusión: flexibilidad y contexto.

En este breve artículo he querido transmitiros la importancia de ser conocedores de que no todo es blanco o negro: o soy asertiva o no lo soy, o sabemos comunicarnos siempre bien o lo hacemos fatal. Por supuesto, la comunicación es un medio maravilloso para construir relaciones emocionalmente sanas pero no hay normas a la hora de ponerla en práctica. Si nos tomamos la comunicación como una serie de reglas a aplicar indistintamente en todas las situaciones y contextos (por ejemplo ante los conflictos de pareja), es fácil que la realidad pueda chocar contra ello y acabemos frustradas.

Por tanto, si aprendes a atender a la función que cumple la comunicación en cada contexto y ante cada persona de manera flexible tendrás la posibilidad de comprender cuándo la comunicación te está ayudando a crecer y avanzar en tus relaciones o si, por el contrario, te está haciendo alejarte del tipo de vínculos que tú necesitas en tu vida.

Artículo escrito por Elisa Vegas Sáez, Psicóloga Sanitaria CL05337, Máster en Psicología General Sanitaria y especialista en regulación emocional y relaciones afectivas.

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Soy David, Psicólogo Sanitario y CEO de David Gómez | Clínica de Psicología Avanzada. Mi equipo y yo somos especialistas en regulación emocional, autoestima, sexualidad, trastornos de la conducta alimentaria, relaciones afectivas y psicología deportiva. Mediante las Terapias Contextuales y de 3ª Generación ofrecemos la mejor terapia psicológica para que puedas sentirte en un lugar seguro, aprender a regular tus emociones y lograr tu bienestar psicológico con la máxima eficiencia. Puedes encontrarme en Instagram y pedir tu cita mediante Whatsapp al 675556971.