Cómo influyen las relaciones interpersonales en la construcción del yo: ¿Cómo nos percibimos?
Algo que suelo pedir a mis pacientes en las primeras sesiones es que se definan a sí mismos con al menos tres frases o palabras. Parece un ejercicio sencillo, pero en ocasiones resulta más desafiante de lo que aparenta. Y a raíz de esto me ha parecido interesante escribir este artículo, donde indagaré sobre una pequeña parte de por qué somos como somos y cómo influyen las relaciones interpersonales en la creación de nuestra identidad o proceso de construcción del yo.
Ya desde niños vamos aprendiendo que tenemos ciertas características y vamos creando esquemas mentales de cómo somos debido las experiencias que vivimos. Pero según avanza la vida, vamos integrando nuevas experiencias e información nueva sobre la percepción subjetiva que tienen y tenemos de nosotros mismos.
Más allá de que somos seres sociales, sabemos que la manera en que los otros se relacionan con nosotros (y nosotros con ellos), así como la forma en que nos perciben, influye en cómo vamos construyendo nuestra identidad.
En las interacciones sociales hay un intercambio de habilidades, emociones y pensamientos que se manifiestan en nuestra narrativa y nuestras acciones, ya sea de manera consciente o no. Esta interacción no solo transmite al otro cómo se siente o qué piensa, sino también cómo le percibe y decide relacionarse con él.
En esta dinámica, por lo tanto, se desencadenan pensamientos, sensaciones y emociones sobre nosotros mismos, que a su vez transmite un mensaje que vamos interiorizando incluso sin darnos cuenta. Así es como poco a poco se va creando nuestra identidad o «yo».
¿Y por qué dos personas con una historia similar pueden desarrollar identidades opuestas?
El propio cuestionamiento sobre quiénes somos y quiénes queremos ser, junto con las nuevas relaciones e interacciones que establecemos, van generando información nueva acerca de nosotros mismos, moldeando cual figurita de barro y experiencia a experiencia, nuestro proceso de construcción del yo.
A veces solo se necesita que se presente la posibilidad de construir una relación diferente, donde seamos percibidos de una manera distinta y donde se genere, en consecuencia, una interacción diferente, para que la información que tenemos sobre nosotros mismos pueda ser ampliada. Esto permite cuestionar nuestro autoconcepto y que este pueda ser moldeado de manera más acorde hacia nuestros valores y a quienes nos gustaría ser de manera genuina.
A medida que vivimos estas nuevas experiencias, también comenzamos a actuar de manera coherente con el «yo» que estamos construyendo. Así, seguimos generando vivencias que refuerzan esa identidad, la cual se va consolidando.
Por ejemplo, podemos observar que diferentes personas que hayan recibido un trato negligente durante su infancia, donde primase la agresividad como método educativo, pueden crecer replicando ese mismo tipo de conducta en sus relaciones, o bien optando por el cariño, la empatía y la validación emocional. Y es que son procesos de construcción del yo diferentes.

construcción del yo psicologos valladolid y online Lilo Stitch
Os voy a poner un ejemplo muy visual que muchos conoceréis: Stitch, de la película de Lilo y Stitch. Stitch fue creado como un experimento que consideraron fallido, por ello era visto como un monstruo muy peligroso, y lo trataban como tal. ¿Y cómo se comportaba? Exactamente así: impulsivo, destructivo y fuera de control. Pero un día algo cambió, llegó Lilo, quien en lugar de tratarlo como si fuese una amenaza, lo trató como alguien digno de recibir amor.
Las palabras y las acciones hacia él cambiaron, por lo que el mensaje que Stitch recibía sobre si mismo, era completamente diferente. Y entonces, como consecuencia, Stitch también cambió la manera de percibirse a sí mismo, y comenzó a actuar como alguien digno de ser querido y cuidado, y que también quiere y cuida.
Tomar acción
Que nuestro contexto influya en la construcción del yo o de nuestra identidad, no quiere decir que nosotros no podamos formar parte activa de ese proceso. Podemos trabajar conscientemente para construir un yo más libre y auténtico. ¿Cómo lo podemos hacer?:
- Observa el tipo de relaciones que tienes y qué versión de ti se refuerza con cada una de ellas.
- Evalúa qué aprendes de ti con cada una de estas relaciones y si te gustan o no los aprendizajes que obtienes.
- Elige entornos que nutran la versión de ti que quieres fortalecer y en la que quieres invertir tu energía.
Conclusión
Lo que podemos extraer de todo esto, es que nuestro contexto, el espacio en que vivimos y con el que nos relacionamos, influye notablemente en cómo nos vemos a nosotros mismos y en cómo pensamos y actuamos.
Por lo tanto, el «yo» no es una entidad fija, sino un proceso de construcción del yo dinámico que es moldeado por nuestro contexto y las relaciones que tenemos. Nos construimos y reconstruimos continuamente en función del entorno, del lenguaje y de nuestras relaciones. Reconocer esto, lejos de ser una amenaza a nuestra identidad, nos abre una comprensión más libre y compasiva de quienes somos y cómo podemos vivir de forma más coherente con nuestros valores. Las relaciones te moldean, pero tú también puedes formar parte activa de ese moldeamiento y elegir dónde quieres destinar tu energía.
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Soy David, Psicólogo Sanitario y CEO de David Gómez | Clínica de Psicología Avanzada. Mi equipo y yo somos especialistas en regulación emocional, autoestima, trauma, sexualidad, trastornos de la conducta alimentaria, relaciones afectivas y psicología deportiva. Mediante las Terapias Contextuales y de 3ª Generación ofrecemos la mejor terapia psicológica para que puedas sentirte en un lugar seguro, aprender a regular tus emociones y lograr tu bienestar psicológico con la máxima eficiencia. Puedes encontrarme en Instagram y pedir tu cita mediante Whatsapp al 628628409.
Publicación escrita con mucho cariño por Laura Ramos, Psicóloga General Sanitaria Colegiada CL-05997