EL ARTE DE PONER LÍMITES

Todos tenemos claro que poner límites es una habilidad esencial para cuidar de nuestra salud mental y emocional. Sin embargo, muchas veces nos encontramos con dificultades para ser capaces de poner límites, aplicarlos y mantenerlos.

¿Pero por qué nos resulta tan complicado?

Las razones por las que a veces nos cuesta tanto poner límites son muchas y a la vez muy complejas ya que están profundamente relacionadas con factores emocionales, psicológicos y sociales. A continuación te muestro las más importantes:

• Miedo al rechazo: uno de los mayores temores cuando intentamos poner límites es el miedo a que los demás nos rechacen, uno de los más nucleares que tenemos las personas. Cuando se activa este gran miedo es como si pasara a tomar el control de nuestras acciones. Además, en muchas ocasiones, tenemos miedo a que si decimos que “no” o ponemos algún otro tipo de límite, podamos ser vistos como “egoístas”. Este tipo de creencias impuestas en gran medida por la sociedad, hace que lleguemos a sacrificar nuestras propias necesidades.
• Sentimiento de culpa: la culpa también es otra emoción muy común cuando intentamos establecer límites, especialmente si desde pequeños hemos sido condicionados a complacer a los demás o a poner las necesidades de los demás por encima de las nuestras. Si hemos aprendido que ser “buena persona” es sinónimo de estar siempre disponible para los demás, frecuentemente experimentaremos este tipo de sentimiento.
• Evitación del conflicto: poner límites puede resultar una situación incómoda, por lo que en muchas ocasiones, preferimos no decir nada y evitar otro tipo de problemas. Paradójicamente, el problema es que en el intento de evitar situaciones desagradables, podemos terminar acumulando mayor malestar del que queríamos escapar. Ya hemos aprendido en este blog que lo que parece nos funciona a corto plazo nos enreda y limita en el largo plazo.

Teniendo en cuenta todo esto, ¿qué nos puede ayudar a poner esos límites?

• Clarifica tus valores: ¿qué es lo importante para ti en tu vida? Reflexiona sobre esto y utiliza esos valores como base para establecer límites. Estos valores estarían por encima de miedo y te ayudarían a poner límites (tu conducta al servicio de lo que es importante para ti y de tu autoprotección).
• Reconoce y acepta la incomodidad: entiende que poner límites puede generar emociones desagradables como el miedo, la culpa, etc… pero no dejes que tu conducta esté a su servicio. Poner límites resulta incómodo a corto plazo, pero en el largo plazo muy probablemente te sentirás orgullos@ porque has hecho lo que realmente necesitabas.
• Reflexiona sobre las consecuencias: piensa en cómo te sentirás a largo plazo si no pones esos límites. ¿Te acercará a la vida que tu quieres vivir o de lo contrario te alejará de ella? Es decir, te ahorras el malestar emocional a corto plazo pero en el largo plazo te sentirás peor.

Poner límites no se trata simplemente de decir “no” sino de actuar en coherencia con tus valores incluso cuando eso implique enfrentarse a emociones complicadas.

También es importante comprender y aceptar que los demás se enfaden cuando pones los límites que necesitas. Se enfadan porque se estaba aprovechando de la ausencia de dichos límites.

Recuerda que establecer límites saludables también es una forma de cuidar de ti mism@.

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Soy David, Psicólogo Sanitario y CEO de David Gómez | Clínica de Psicología Avanzada. Mi equipo y yo somos especialistas en regulación emocional, autoestima, trauma, sexualidad, trastornos de la conducta alimentaria, relaciones afectivas y psicología deportiva. Mediante las Terapias Contextuales y de 3ª Generación ofrecemos la mejor terapia psicológica para que puedas sentirte en un lugar seguro, aprender a regular tus emociones y lograr tu bienestar psicológico con la máxima eficiencia. Puedes encontrarme en Instagram y pedir tu cita mediante Whatsapp al 628628409.

Publicación escrita por Inés Calvo, Psicóloga General Sanitaria Colegiada CL-05913.